Y es que a medida que los hijos crecen, estos tienden a formar su personalidad y mostrar un comportamiento que en ocasiones incluso a los padres más experimentados les resulta difícil de enfrentar.
Un niño desafiante, tiende a mostrarse enojado al momento de recibir instrucciones, por lo que intenta hacer caso omiso de las órdenes, sin embargo, no te confíes, ya que no se trata simplemente de una etapa, y este comportamiento de rebeldía y desafío contra las figuras de jerarquía o autoridad pueden llegar a acentuarse especialmente durante la adolescencia.
Ante esta situación, algunos padres pueden llegar a culparse por los actos de sus hijos, pero tranquilo, no todo son problemas, por lo que a continuación te explicamos cuáles son las fortalezas de tener un hijo desafiante.
Da valor a la conducta desafiante de tu hijo
Muchos psicólogos afirman que un comportamiento desafiante, es completamente normal, y que todos en algún momento de nuestras vidas, llegamos a ser un hijo desafiante, por lo que no es necesario perder la cabeza si tu hijo tiene esta conducta.
Lo más importante es mantener una actitud positiva y calmada, dado que estos episodios también te sirven para aprender a establecer límites, no sin antes establecer una conexión con tu hijo, basada en la confianza y la comunicación. Lo cual sin duda facilitara la interacción entre ambos. Permitiéndote así acercarte y descubrir la razón tras su conducta, sin estigmatizarlo ni suprimiendo a la fuerza esta etapa de su crecimiento.
Los hijos son un espejo de las actitudes y defectos de los padres
Los niños son extremadamente hábiles cuando se trata de imitar las actitudes y comportamientos que se encuentran en su entorno, especialmente cuando se trata de aspectos negativos, como por ejemplo aquellos malos hábitos y actitudes de los que no eres consciente totalmente, hasta verlas reflejado en tu pequeño.
Por lo que es posible que aquello que más te irrita del comportamiento de tu hijo. Puede ser precisamente el ejemplo que le das y como él te percibe. Asi que es tiempo de analizar y modificar cualquier actitud negativa que pueda llegar a copiar directamente de ti.
Energía casi inagotable de tu hijo
Los niños son seres cargados con un extra de energía, con el cual muchas veces, los adultos no podemos siquiera compararnos. Pero debes tener en cuenta la diferencia entre un hijo hiperactivo y uno desafiante, ya que puedes llegar a confundir dichas características. Si te preocupa que sea desafiante al no permanecer quieto durante tan solo un minuto. Relájate, es una actitud totalmente normal, especialmente en los más pequeños.
Apasionados y decisivos
Aunque representa un trabajo arduo y mucha paciencia. Convertir la terquedad, arrogancia, caprichos y rebeldía del niño en algo positivo puede llegar a beneficiarlo a futuro. Ayudándolo a convertirse en un adulto decidido, persistente y comprometido con los objetivos que se plantee.
Esto se debe a que un pequeño desafiante, muestra una fuerte pasión por sus creencias. Queriendo aprender la razón detrás de todo al enfocarse al 100% en sus intereses.