Entre los compuestos del glutamo de sodio, se encuentra el aditivo umami, el cual es uno de los cinco sabores básicos –amargo, dulce, ácido y salado– y su objetivo es mejorar el sabor de los alimentos procesados. En otras palabras, la presencia de este aditivo hace que las carnes procesadas y las comidas congeladas posean sabores más frescos y “con ganas” de seguir comiéndolas.
El GMS “engaña” a nuestro cuerpo haciéndonos creer que la comida sabe mejor, más sana y más rica en nutrientes.
Entre los efectos más comunes del GMS se encuentran dolor torácico, sudoración, náuseas, fatiga, entumecimiento de boca y garganta, palpitaciones cardíacas, sensación de ardor en cuello o antebrazos, dificultad para respirar, inflamación de la garganta, ansiedad e inclusive deseo de continuar comiendo el producto. Como por ejemplo, la comida china....HAZ CLICK AQUÍ PARA SEGUIR LEYENDO LA NOTA...