Cuando vamos al médico y nos diagnostica el hígado graso creemos que nos vamos a morir, que es la enfermedad más agresiva, pero en realidad no es que sea buena, pero existen formas muy efectivas para quitar la grasa del hígado.
Esta enfermedad es la acumulación de grasa que no es causada por consumir mucho alcohol, mas bien está relacionada con el sobre peso. En muchas personas no se sienten síntomas o algún problema de salud.
Mira lo que una sola fruta podrá hacer por tu hígado.
Sin embargo muchas veces pueden presentar la enfermedad que se conoce como esteatohepatitis no alcohólica. Este problema puede causar insuficiencia hepática y hasta cáncer.
Sin embargo no existen causa clara, pero algunos factores pueden ponerlo en riesgo. El sobre peso y la obesidad mientras mayor es mayor es el riesgo de padecerla. Otros factores podrían ser la perdida de peso por una mala dieta, cirugía gástrica, enfermedad intestinal.
Los síntomas pueden ser fatiga, dolor en la parte superior derecha del abdomen. Si hay daños hepáticos los síntomas son: debilidad, pérdida de apetito, nauseas, color amarillento en la piel y en los ojos, picazón, hinchazón en las piernas y sangrado gastrointestinal.
Hay en la naturaleza muchas frutas que pueden ser la medicina para diferentes dolencias y no lo sabemos, a veces nos la comemos, bebemos su jugo y nunca nos damos cuenta de lo efectivas que son para curar cualquier enfermedad.
El tamarindo es la fruta por excelencia para quitar esa grasa de tu hígado, no solo la fruta sino que también las hojas y la cáscara del árbol en una infusión te curan cualquier problema del hígado. El tamarindo es depurativo, ayuda a la digestión, contiene fibras y ácidos instaurados, protege al hígado, los problemas biliares los cura, baja el colesterol lo que hace que se elimina la grasa.
Vamos a preparar nuestra receta para curar el hígado graso y la hepatitis viral.
Coge dos puñados de tamarindo pelados y ponlo en un litro de agua, licúa bien y sácale toda la sustancia, cuela, haz este jugo y bebe todos los días, todas las veces que quieras, endulza con miel a tu gusto.
Para la infusión coge 25 hojas de tamarindo lavarla bien pon a hervir un litro de agua, ya hirviendo apaga y pon las hojas deja reposar por media hora. Si quieres lo endulza con miel o con azúcar moreno a tu gusto, aunque lo aconsejable sería beberlo sin endulzar.
Corta del árbol unas cáscaras y has lo mismo que con las hojas, agrégale un poco de canela y toma esta infusión dos veces, en la noche y en la mañana, tu hígado te lo va a agradecer.