Cada día es una nueva oportunidad para poder crecer internamente, para aprender y darnos la oportunidad de sentirnos mejor con nosotros mismos. Priorizar las cosas nos ayuda a darnos cuenta de lo que realmente importa en nuestra vidas.
La realidad es que no todos los días son iguales. Lo más probable es que algunos de ellos sean muy productivos: en ellos te sentirás muy activo, porque te sientes bien y con energía. Pero también tienes otros días en los que, cuando llega la noche, te sientes frustrado porque no has podido hacer todo lo que tenías en mente o porque te has sentido tan bloqueado, que no sabías cómo avanzar sin tropezar.
“Como siempre: Lo urgente no deja tiempo para lo más importante.”
Esto ocurre porque se realiza mal la tarea de establecer prioridades. Cuando priorizas lo que realmente te hace crecer, la sensación de que circulas por el buen camino vendrá sola. Para saber cuáles son las cosas que debes priorizar, deberás mirar en tu interior y descubrir aquello que realmente resulta importante para ti.
Quizá aún no tengas una gran meta, pero lo que está claro es que todos necesitamos priorizar las cosas que son realmente importantes para poder avanzar, para ser productivos en nuestra vida laboral, personal y para poder ser nosotros mismos todo el tiempo.
Fíjate en las cosas que te gustan hacer
Priorizar únicamente horas de trabajo o algo que realmente no te satisface, no es una buena idea porque a la larga tu salud física y emocional puede quedar gravemente dañada. Siempre deberás encontrar un momento para ti y para las actividades con las que disfrutas, aunque sean cosas tan simples como leer en tu butaca preferida o hacer 10 minutos de meditación al día… pero debes buscar tu tiempo.
La vida no es una tecnología, ni una ciencia. La vida es un arte, has de sentirla. Es como el caminar por una cuerda floja.”
Hay personas que sienten el trabajo tan dentro que no saben encontrar el interruptor de apagado al finalizar el día, olvidándose de ellos mismos. Aunque tu trabajo te guste es necesario buscar actividades fuera de él que también te aporten alegría y que en ocasiones, incluso, las puedas priorizar por encima de tu jornada laboral.
Piensa en las cosas que realmente son importantes para ti
Estar sumergido en actividades que por sí mismas no te aportan ningún valor, encadenando una tras otra, puede hacer que se te olvide lo importante. Así, de manera paulatina estarás generando un desequilibrio que después te costará mucho remontar.
Cuando se ayuda a otras personas habitualmente nos sentimos mejor, pero no debemos olvidar que nosotros también necesitamos unos cuidados. Requerimientos, que aunque en un principio puedan quedar disimulados por el ajetreo del estrés, si no son atendidos terminaran por saturarnos.
Haz una lista de las cosas que te gustan disfrutar
Normalmente cuando hacemos una lista con el objetivo de estructurar nuestras prioridades, solemos poner en primer lugar “trabajar” o hacer algo que sabemos que debemos aunque no nos guste. Este es un grave error, en las listas para aprender a priorizar lo primero que tenemos que pensar es en aquello que realmente disfrutamos.
“¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción; y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.”
Puedes escribir una lista con las actividades que nos has probado, con los lugares que quieres visitar, con cómo quieres pasar realmente tu tiempo cada día. Indudablemente todas las personas debemos trabajar en esta sociedad para poder sobrevivir, pero para que sea una prioridad, ese trabajo te deberá apasionar realizarlo.
Para priorizar las cosas, debes priorizarte a ti
Tenemos la fortuna de poder elegir, y tu vida podrá ser cómo tú quieras que sea. Puedes elegir felicidad, y para encontrarla tendrás que sentir que fluyes con tu realidad. Es tan fácil como darte cuenta que cuando haces algo pierdes la noción del tiempo, porque te sientes tan bien y tan comprometido con tu actividad, que te unes a ella emocionalmente.
Lo que realmente importa para priorizar las cosas es tenerte en cuenta a ti mismo y tendrás que pensar con sumo cuidado qué es lo realmente importante para ti. ¿Estás viviendo en consonancia con tus valores y tus objetivos desde el momento en que te despiertas hasta que te metes en la cama?
“Al final, lo que importa no son los años de vida, sino la vida de los años.”
No caigas en el error de priorizar los problemas del pasado o las personas que te irritan, debes centrarte en cómo quieres que sea tu vida y conseguirlo. Si no tienes claro cómo quieres que sea tu vida volverás cada día del trabajo frustrado, fijándote en lo que otras personas hacen, y con el tiempo podrías lamentarte de no haber priorizado a tiempo.
fuente: La mente es maravillosa