5 claves para ser más influyente y carismático

Ser carismático e influyente es una cualidad envidiable que a muchos les gustaría poseer. Las personas altamente carismáticas son consideradas atractivas: más allá de su físico o su imagen, son capaces de dirigir pensamientos y acciones de otros, son populares, dejan huella e influyen en el estado emocional de los demás.
Pero, ¿las personas carismáticas nacen o se hacen?, ¿es posible aprender a ser verdaderamente influyente y carismático? El carisma es el resultado de una excelente capacidad de comunicación y también de habilidades interpersonales que pueden ser aprendidas y desarrolladas. Por lo tanto, sí, el desarrollo del carisma es posible.
Convertirse en una persona carismática implica prestar una especial atención a la forma de interactuar con otras personas. Las personas carismáticas utilizan sus habilidades para conseguir que los demás estén de su lado, les apoyen, les sigan e interactúen activamente y con emoción. De hecho, el carisma es una capacidad vinculada al liderazgo.

Ten confianza en ti mismo y muéstrate optimista

Las personas carismáticas son personas que han desarrollado una gran confianza en sí mismos y, sobre todo, han aprendido a demostrarlo. Esta autoconfianza les permite comunicarse en una amplia variedad de situaciones, nuevas o conocidas, esperadas o inesperadas.

Pero, además de ser capaces de aparentar confianza en sí mismos, las personas carismáticas hacen que los demás sientan auto-confianza también, lo que facilita la conversación y la relación.

Por otra parte, las personas carismáticas son y se muestran optimistas. Esto significa que tratan de ver lo mejor de otras personas, de las situaciones y de los acontecimientos. Además, las personas carismáticas tienen la capacidad para animar a los demás a ver las cosas desde este punto de vista, haciéndoles partícipes de ese optimismo.

Aprende a ser interesante y estar interesado

Las personas carismáticas son interesantes, tienen algo que decir que los demás desean escuchar, pero también están interesados en lo que los demás tienen que decir. Por eso, además de saber hablar, las personas caristmáticas saben escuchar y saben mostrar un interés genuino por lo que los otros dicen.
Las personas carismáticas son capaces de comunicar su mensaje de forma clara y concisa, apoyándose en su lenguaje corporal. También son capaces de fomentar el diálogo y la retroalimentación, invitando a otros a participar y escuchándoles.
Una sonrisa sincera, mantener el contacto visual o ser educado y cortés son formas muy efectivas para llegar a ser carismático y mostrar su interés por los demás y mantenerlos de su lado.

No dejes de aprender y de estar actualizado

Las personas carismáticas quieren ser capaces de comunicarse efectivamente con los demás, por lo que son buenos para iniciar conversaciones. Para eso nunca descuidan su formación y se mantienen actualizados en cuanto a noticias, y siempre están intentando ampliar su cultura general.
Además, las personas carismáticas suelen ser expertas en algún área y son capaces de hablar de ello adaptándose al público que las escucha, adaptando sus explicaciones de acuerdo a su capacidad, punto de vista y experiencia. El conocimiento experto también inspira la confianza de los demás en las capacidades de las personas carismáticas.

Aprende a ser asertivo

El poder del carisma es la capacidad de hacer que las personas quieran lo que tú quieres o deseen unirse en una causa común. La capacidad de influir y animar a los demás, motivándolos para lograr lo que se desea, implica la capacidad de ser asertivo.
Ser carismático es ser asertivo, de una forma sutil. Las personas carismáticas utilizan sus palabras para persuadir a los demás, animan -con su optimismo y confianza- y son asertivos mediante la comprensión de sus emociones y las de los demás.

Aprende a valorar los detalles

El carisma es también una cuestión de atención a los detalles, tanto a los de las propias relaciones interpersonlaes como a los de los marcos en las que se establecen. Ser carismático implica el desarrollo de una comunicación dinámica, apasionada y entusiasta, utilizando un lenguaje corporal positivo que se adapte al feedback que les den las personas y el entorno.

fuente: La mente es maravillosa

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