La canela es una especia que aporta muchos beneficios para salud por la gran cantidad de propiedades que posee, así como es muy utilizada en la cocina para darle sabor a los platos.
En este artículo le vamos a explicar cómo puede cultivar su propio árbol de canela en casa de manera sencilla, al que no tendrá que dedicarle demasiados cuidados y solo necesita conocer algunas peculiaridades.
Lo más importante para cultivar el árbol de la canela es un clima cálido y humedad. Este árbol puede llegar a alcanzar hasta alturas de 15 metros, y puede producir corteza durante unos 45 años.
Las semillas que produce el árbol de la canela se pueden recoger y volver a plantar.
Cómo cultivar el árbol de la canela:
La canela se propaga por semillas y esquejes.
Coloque las semillas o estacas obtenidas de árboles sanos y maduros en un contenedor con tierra y en un lugar sombrío.
Al cabo de aproximadamente cuatro meses, las plántulas necesitan ser trasplantadas a los contenedores definitivos, ya sea al aire libre o en un recipiente mayor. Cuanto mayor sea el contenedor más grande será el árbol.
Este árbol no necesita luz solar directa, pero tampoco un lugar sombrío.
Pode en cualquier momento para la cosecha o para evitar que las plantas se vuelvan demasiado altas o anchas.
Mantenga los contenedores en un lugar cálido y no riegue excesivamente ya que la raíz podría pudrirse.
La primera cosecha se obtendrá al cabo de dos o tres años, y después se hará en años alternos.
Cuando las ramas tengan unos 3 centímetros de diámetro y un color violáceo se deben cortar a 5 centímetros del tronco principal. Corte la planta cada 2 años y espere a que crezcan nuevos brotes.
La canela de mejor calidad es la que se coge de la parte intermedia, y la de peor calidad la de la base.
Si tiene problemas para pelar la corteza, puede poner la corteza a remojo en agua para que sea más fácil despegar la corteza interior.
Tenga en cuenta que las partes interiores de la corteza (el centro) no son comestibles.
La canela se debe almacenar en un lugar fresco y seco y en envases herméticos ya que la prolongada exposición al aire causa pérdida de aroma y sabor.
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