“El caldo curativo que resucita a los muertos” ¡Para una salud de hierro!

Seguro que ha escuchado un viejo refrán que dice un “buen caldo resucita a los muertos”, pues bien, le vamos a explicar cuáles son los beneficios de tomar un buen caldo a base de huesos preparado en casa, ya que este refrán no está mal encaminado y un buen caldo puede aportar muchos beneficios, como puede acelerar la curación y recuperación de una enfermedad.

También se cree que el caldo de pollo puede ayudar a curar un resfriado, y es que el pollo contiene cisteína, un aminoácido natural, que puede ayudar a ablandar el moco de los pulmones para que se expulsen más rápido. Para tratar un resfriado, una buena sopa de pollo picante le ayudará a deshacerse de él más rápido.
Pero los beneficios de un buen caldo a base de huesos no solo ayudan con los resfriados, sino que contiene minerales como calcio, magnesio, fósforo, silicio y azufre que el cuerpo puede absorber fácilmente. Estos caldos también contienen sulfatos y glucosamina condroitina que provienen de los cartílagos y tendones y que son beneficiosos para el dolor en las articulaciones y la artritis.
Al mismo tiempo este tipo de caldos ayudan a sanar el revestimiento del intestino debido a sus nutrientes y ya que es de fácil digestión.
Le detallamos los beneficios de incorporar a su dieta un buen caldo a base de huesos.
Como hemos comentado beneficia al intestino y promueve la digestión. La gelatina que se encuentra en el caldo de huesos atrae y retiene líquidos, los jugos digestivos ayudando así a la digestión e inhibiendo la infección causada por virus como el resfriado y la gripe.
Reduce el dolor en las articulaciones y la inflamación debido a la presencia de sulfatos de condroitina, glucosamina, y otros compuestos de los cartílagos, que reducen la inflamación, así como aminoácidos como la glicina, prolina y arginina que también tienen efectos anti-inflamatorios.
Huesos fuertes y sanos. Las altas cantidades de calcio, magnesio y otros nutrientes en el caldo promueven la salud de los huesos, del cabello y las uñas.
Por todo esto, la incorporación a su dieta de un buen caldo es beneficioso para su salud, además de que es una forma sencilla y económica de suministrar al organismo de muchos nutrientes sin tener que recurrir a los suplementos.
Preparar un buen caldo curativo es muy sencillo, y a continuación le detallamos una receta, aunque existen muchas formas de hacerlo.

Receta para caldo curativo de pollo:

Ingredientes:
1 pollo de corral o de pavo.
Mollejas de un pollo o pavo (opcional)
Agua filtrada.
2 cucharadas de vinagre.
1 cebolla grande, picada en trozos.
2 zanahorias, peladas y picadas en trozos.
3 tallos de apio picados.
1 manojo de perejil.
Modo de preparación:
Llene una olla grande con agua filtrada
Añada el vinagre y todas las verduras excepto el perejil al agua.
Coloque el pollo entero o el pavo en la olla.
Llevar a ebullición y vaya retirando cualquier residuo que vaya saliendo en la superficie del agua.
Bajar el fuego al mínimo y dejar cocer a fuego lento.
Aproximadamente tardará unas dos horas en cocinarse la carne.
Estará lista cuando la carne del pollo se empiece a separar del hueso. Cuando esto ocurra retire el pollo de la olla, deshuese el pollo y vuelva a poner la carcasa del pollo en el agua y deje que siga cociendo.
Si añade el perejil fresco unos 10 minutos antes de terminar, se añadirá iones minerales saludables al caldo.
Una vez esté listo, cuele el caldo para que no contenga ningún resto de huesoso o carne.
Puede almacenar el caldo en el congelador.
Tome una taza de caldo curativo todos los días o como guarnición a sus platos.
Fuente:
http://www.healthy-holistic-living.com/turkey-bone-broth.html

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