Se acabó la tortura de los dos litros de agua distribuidos a lo largo del día. Según un reciente estudio publicado en la revista ‘Obesity’, hay un momento concreto del día en el que verdaderamente beber agua nos ayuda a adelgazar: antes de comer.
Los investigadores analizaron cómo afectaba la ingesta de agua sobre un grupo de 84 adultos obesos. A 41 de ellos se les dio de beber cerca de medio litro de agua justo antes de las comidas mientras que a los otros 43 se les pidió que imaginasen que estaban llenos antes de sentarse a la mesa para ver si comían menos.
Comes menos y estás más sano
Los resultados del estudio demostraron que los que se bebían dos vasos grandes de agua antes de la comida adelgazaron 1,3 kilos más que los que se tenían que mentalizar de que estaban saciados.
¿Realmente funciona lo de hincharse con líquido? Parece que sí. Como explica Perri O. Blumberg en ‘Cheat Sheet’, tras 12 semanas, los que bebían agua antes de las tres comidas principales perdieron una media de 4 kilos. Por su parte, el otro grupo, no llegó a perder ni un kilo.
Al margen de perder peso, la ingesta de agua también se tradujo en beneficios saludables tales como mantener la piel nutrida e hidratada, promover que los intestinos actuasen con regularidad (o lo que es lo mismo, ir al baño sin traumas), aportaron energía a los músculos y ayuda a que las células y órganos vitales funcionen sin problemas.
¿Sólo agua? No seas aburrido y dale sabor
Es cierto que también podemos encontrar este elixir elemental en otros alimentos, especialmente frutas y verduras, pero al final solemos consumirla a través de otras bebidas y, entonces, lo hacemos mal. Por ejemplo aunque el café o el té verde los prepares con agua, en realidad son diuréticos por lo que no te hidratan, sino que hacen que tu cuerpo elimine más agua de la que debería.
Tienes que beber agua mineral natural, nada de burbujas ni sabores azucarados. Pero quizás no te has planteado que puedes añadirle ingredientes naturales y darle más sabor a tus litros diarios de agua sin que afecte a tu cintura.
Estas son algunas de las mejores combinaciones. Prueba el agua con:
– Pepino, limón y menta
Al margen de los conocidos beneficios de tomar cada mañana en ayunas un vaso de agua tibia con limón, los otros ingredientes no se quedan atrás. El pepino, por ejemplo, ayuda a eliminar toxinas, mejora las articulaciones y, gracias a su alto contenido en fibra, nos ayuda a regular el tránsito intestinal mejorando las digestiones y facilitando la pérdida de peso.
Una mezcla de lo más refrescante que apenas te llevará unos minutos preparar. Con que pongas un chorrito del zumo de limón exprimido, una hoja de menta y una rodaja de pepino, el agua empezará a coger sabor en pocos segundos.
– Fresa y albahaca
Con un ligero sabor a hierba aromática y la acidez de esta fruta, este combinado es una “auténtica explosión de sabor afrutado”. Las fresas están cargadas de antioxidantes, son un antiinflamatorio natural y, gracias a que son bajas en calorías y tienen un alto contenido en nitrato, son un buen aliado para la pérdida de peso: reducen el apetito y favorecen la circulación sanguínea. Por su parte, la albahaca ayuda a los riñones a trabajar adecuadamente para que te limpien bien por dentro.
– Jengibre
Su sabor puede resultar un poco amargo, pero sus beneficios son tantos que merecerá la pena añadir un trocito a tu vaso de agua. Como digestivo que es, ayuda a combatir las naúseas y vómitos por lo que es ideal para prevenir los mareos antes de un viaje. Antiinflamatorio y analgésico, además acelera el metabolismo, lo que resulta de lo más útil si queremos, como es el caso, perder peso. ¿Sabías que también es un afrodisíaco natural? Inclúyelo en tu dieta y que no falte en tu bebida diaria.
– Sandía, Piña y Menta
La menta aporta el toque refrescante, y al incluirle un sabroso trozo de piña en el agua, mejora la circulación, refuerza el sistema inmune y es un antioxidante natural. La sandía, además de contener sólo 30 calorías por cada 100 gramos, es también rica en fitonutrientes y antioxidantes, buenos apoyos para lograr el objetivo de perder peso.