tentación de comprar, mantener y usar zapatos que parecen de moda, pero no se ajustan correctamente a nuestros pies.
Como resultado, muchos adultos están usando los zapatos que no son apropiados para su forma y tamaño del pie. En especial las mujeres son más propensas a comprar un zapato que es demasiado pequeño, poniéndolos en riesgo de callos, juanetes, y otras deformidades que pueden requerir cirugía para corregir.
Estamos seguros de que alguno de ustedes, por lo menos una vez han tenido el problema de los zapatos apretados. Esto especialmente ocurre con zapatos nuevos.
A continuación le señalamos una serie de posibles problemas causados por usar zapatos muy ajustados:
Juanete
Un juanete es una ampliación de hueso o tejido alrededor de la articulación en la base del dedo gordo del pie. A medida que crece el juanete, el dedo gordo del pie puede girar en hacia el segundo dedo y causar hinchazón y dolor con el desgaste de los zapatos.
Maíz
Algunos callos se encuentran entre los dedos de los pies, donde los dedos se rozan. Este maíz es un tipo de callo que se desarrolla cuando los zapatos apretados ponen una presión constante sobre la piel.
El dedo martillo
Los dedos en martillo se producen cuando el dedo del pie comienza a curvarse hacia arriba en lugar de estar acostado.
Dedo cruzado
Se forma un dedo cruzado cuando los dedos de los pies se rozan en una zona de los dedos que es demasiado pequeño, y la constante presión hace que el segundo o tercer dedo del pie se mueva sobre el dedo del pie al lado de él.
Uña encarnada
Una uña encarnada por lo general ocurre en el dedo gordo del pie cuando la uña se corta cerca de la punta del dedo. Esta lesión se puede agravar cuando se pone su pie en un zapato que es demasiado apretado en la zona de los dedos
Pero, si se trata de zapatos hechos de materiales naturales, principalmente de cuero, no se desespere. ¡Hay una solución para este problema! En estos casos, es necesario hacer lo siguiente:
Tome dos bolsas de plástico que se pueden sellar (con cierre de cremallera). Llenar 1/4 de las bolsas con agua. Ahora colóquelas en sus zapatos y llévelos al congelador. Luego cuando se haya congelado el agua, retire los zapatos del congelador.
Ahora manténgala así durante unos 20 minutos para que el hielo se derrita. A continuación, retire las bolsas y seque los zapatos con secador de pelo.
Este truco es ideal para los zapatos de cuero, pero también se puede aplicar en los zapatos hechos de cuero artificial. Sin embargo debe tener en cuenta que después de un tiempo se tendrá que repetir el procedimiento.
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