Cada vez que comemos piña vemos con pena cómo debemos descartar gran cantidad de fruta que queda adherida a la cáscara, pero lo que debes saber es que con todo eso que desechamos se puede preparar una infusión que cuenta con innumerables beneficios.
Esa cáscara que eliminamos es diurética, laxante, mejora tu digestión, reduce el colesterol, desinflama y ayuda a la quema de grasa del cuerpo.
Es ideal como antiinflamatorio natural ya que posee grandes cantidades de bromelina, un antioxidante que ayuda al tratamiento de lesiones deportivas.
La bromelina protege el sistema inmunológico y posee propiedades anticancerígenas, y junto con sus altas concentraciones de beta-caroteno nos protege contra el cáncer de próstata y posiblemente también contra el cáncer de colon.
Además de las vitaminas y minerales mencionados anteriormente, la piña también contiene pequeñas cantidades de complejo B, calcio, zinc y vitamina A. Incluso puede ayudar a aliviar los síntomas del resfriado común.
La cantidad de Vitamina C concentrada en la piña equivale a la dosis recomendada que deben consumir las mujeres a diario que son más proclives a la debilidad ósea ya que es esencial en el desarrollo de huesos fuertes y tejido conectivo. Por esto, se la recomienda como complemento adicional al tratamiento del reuma y la artritis.
También, la bromelina puede ayudar a prevenir la formación de coágulos sanguíneos y es ideal para viajeros frecuentes y para quienes permanecen mucho tiempo sentados.
Infusión de cáscara de piña:
Preparar una infusión de cáscara de piña es muy fácil. Sólo debes seguir estos simples pasos.
Ingredientes:
– 1 litro de agua
– Cáscara de una piña y un poco de pulpa
– Cáscara de una piña y un poco de pulpa
Preparación:Hervir el agua y agregarle trozos de cáscara de piña bien lavada junto con unos trozos de pulpa. Hervir durante 10 minutos. Dejar reposar 3 minutos, colar y beber. También se puede tomar frío.
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