Se estima que lo desarrollan, una de cuatro mujeres, en edad reproductiva, llegando a afectar al 20-40% de las mujeres mayores de 30 años.
La miomatosis uterina suele diagnosticarse en la tercera y cuarta década de la vida. Siendo ésta muy extraña antes de la pubertad. Después de la menopausia,
generalmente no se presentan nuevos miomas y los que tenga la paciente en aquel momento, seguramente disminuirán su tamaño; pero sin desaparecer.
Si los miomas llegan a crecer después de la menopausia, puede ser señal de que se está produciendo una degeneración secundaria, que en algunos casos podría ser una transformación tumoral maligna.
Causas de los miomas.
No se conocen causas seguras, por las cuales aparecen los miomas; pero se han observado ciertos factores que podrían predisponer la miomatosis uterina:
– La raza negra presenta un 50 % de casos, frente a la raza blanca con un 25 %.
– Factores hereditarios, puede haber algún tipo de influencia hereditaria, porque es
frecuente que se presente en mujeres de la misma familia.
– Factores hormonales: La cantidad de estrógenos está aumentada en las mujeres
con miomas uterinos.
Síntomas.
Los síntomas dependen de la localización, el tamaño y la dirección de crecimiento
del tumor.
– Hemorragias: Es el síntoma más frecuente de un mioma uterino y se reconoce
por unas menstruaciones más abundantes y prolongadas, con presencia de
coágulos; sin embargo, las pérdidas entre una menstruación y otra no son
habituales, salvo que existan otras alteraciones en el endometrio asociadas.
Las hemorragias pueden producir anemias.
– Dolor: Se produce en el 30 % de los casos, puede ser agudo, más o menos
intenso y persistente; pero también puede transformarse en crónico, como una
sensación de pesadez, sobre todo cuando la mujer está mucho tiempo de pie.
– Compresión: El aumento del tamaño uterino por causa de los miomas, origina
una presión sobre los órganos vecinos, como la vejiga, el recto, uréteres e
intestino; por esto pueden aparecer molestias al orinar, incontinencia urinaria,
estreñimiento.
– Esterilidad e infertilidad: Generalmente los miomas uterinos no tienen
repercusión sobre la fecundidad; pero hay ocasiones en que se produce
esterilidad por compresión y alteración en el funcionamiento de las trompas de
Falopio si los miomas son muy grandes, o en otros casos si alteran la cavidad
endometrial, impidiendo la correcta implantación y crecimiento del embrión.
Tratamientos naturales.
La efectividad de los tratamientos, depende de cada organismo.
1.- Remedio natural para fibromas y quistes de ovario.
– 1 taza de miel de abeja natural.
– 1 taza de tequila
– 1 taza de jugo de limón
– 1 taza de pulpa de sábila o aloe vera (pelar y extraer su pulpa).
Se mezclan los ingredientes en una licuadora, deben quedar bien licuados,
se almacena en el refrigerador en un frasco de vidrio tapado.
Tomar al día siguiente, una copita al desayuno en ayunas, hasta terminarlo,
alcanza para un mes.
2.- Remedio natural para quistes de ovario.
– 2 libras de remolacha (betarraga), rayada y colada.
– ½ litro de miel de caña (melaza)
Se pone en un recipiente de vidrio tapado, el jugo de la remolacha junto con
la melaza, y se guarda en la nevera. Se toman 3 tazas al día, una en ayunas
y las otras dos luego de las comidas, durante dos meses.
Esta preparación, es rica en vitaminas y minerales, contiene además hierro,
calcio, magnesio, ácido fólico, flavonoides, entre otros y es muy favorable en
la eliminación de tumores y en la recuperación y renovación celular.
3.- Remedio natural para eliminar quistes y miomas en el útero.
– 2 mazorcas de maíz (choclo)
– 2 hojas de llantén
– 7 hojas de achiote ( achote, bixina, urucú, onoto)
– 2 lts. de agua.
Poner todos los ingredientes en el agua hirviendo, reserva el líquido resultante
beber varias veces al día.
4.- Zarzaparrilla.
– Vaciar 2 cucharadas de zarzaparrilla en una taza de agua hirviendo. Tapar y
dejar enfriar. Tomar 1 taza en ayunas y otra antes de cenar.
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