Muchas veces no se le presta la suficiente atención a esta vitamina como se le puede dar a otras como la vitamina A, C y E, pero a continuación le explicaremos todo lo que este nutriente aporta a la salud y su importancia.
La vitamina D juega un papel muy importante en la salud de los huesos, músculos, piel y en el tratamiento de varias enfermedades como son la diabetes, el cáncer o enfermedades respiratorias como el asma, entre otras condiciones.
Le detallamos a continuación cómo actúa y cuáles son sus fuentes.
Huesos más fuertes.
Para el fortalecimiento de los huesos es muy importante el calcio, pero sin vitamina D el calcio es prácticamente inútil. El calcio y la vitamina D trabajan en conjunto para fortalecer los huesos y reducir el riesgo de padecer enfermedades como la osteoporosis.
Músculos más fuertes.
Según los expertos una deficiencia de vitamina D puede causar debilidad muscular. La vitamina D también ayuda a prevenir la degradación de proteínas en los músculos.
Piel sana.
No solo la vitamina C y E juegan un papel importante para mantener la piel sana, la vitamina D también realiza su función.
Esta vitamina es especialmente beneficiosa en casos de dermatitis, psoriasis, eczema o incluso la caspa.
Diabetes.
Este nutriente es beneficioso para las personas que sufren diabetes ya que ayuda a disminuir la resistencia a la insulina y aumentar la sensibilidad a la insulina.
Según estudios realizados obtener suficientes cantidades de esta vitamina también ayuda a reducir el riesgo de padecer diabetes.
Prevención del cáncer.
Al parecer la vitamina D ayuda a prevenir ciertos tipos de cáncer como el cáncer de próstata, mama y colon ya que puede contrarrestar los altos niveles de una enzima que está vinculada al desarrollo agresivo de los tumores cancerosos.
Disminución de los síntomas del asma.
Un estudio reveló que la vitamina D como suplemento puede mejorar la función pulmonar, por tanto este nutriente podría reducir los síntomas del asma.
Corazón más sano.
Una deficiencia de vitamina D está relacionada con la enfermedad cardiovascular, por tanto unos niveles óptimos de esta vitamina puede ayudar en la prevención de las enfermedades cardiovasculares.
Mejora el estado de ánimo.
Las personas con una deficiencia de vitamina D son más susceptibles a tener depresión y otros trastornos cerebrales, aunque los científicos no han determinado con exactitud las causas.
Sistema inmune más fuerte.
La vitamina D ayuda a fortalecer el sistema inmunológico por su capacidad para poner fin a la inflamación crónica.
Por todo esto es importante mantener óptimos los niveles de vitamina D, y se recomienda que los niños, adolescentes, mujeres embarazadas y adultos hasta 70 años de edad obtengan 600 UI de vitamina D al día, y los adultos mayores de 70 años 800 UI.
Las principales fuentes de vitamina D.
Sol.
A través de la exposición al sol durante 20-25 minutos se obtiene vitamina D. Evite hacerlo en las horas más fuertes de sol como son de 10 a.m. a 4 p.m.
Pescado azul.
Salmón, pez espada, caballa, atún, el arenque y las sardinas son ricas en vitamina D.
Productos lácteos.
Mantequilla, yogur bajo en grasa o leche desnatada son fuentes de vitamina D. La leche de soja y leche de almendras también son fuentes de vitamina D.
Carne.
Pollo, pato o carne magra de cerdo, así como los huevos contienen este nutriente.
Soja.
Productos de soja como el tofu, leche de soja y el yogur de soja aportan este nutriente.
También la vitamina “D” se puede encontrar en tabletas. Pero, ¿Cuanta cantidad de vitamina D debería tomar diariamente?
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