Aunque es una enfermedad crónica, sí es posible mantener controlados los brotes. Sea cual sea el diagnóstico, debemos mantenernos protegidos del sol con bloqueador solar por lo menos factor 50, aplicándolo cada dos horas. También debemos usar sombrero y gafas , ya que la piel con rosácea se vuelve muy sensible a los rayos ultravioletas, que empeoran la situación de la piel.
Debemos también evitar el estrés, ya que muchas veces las tensiones desequilibran los órganos internos manifestándose en la piel; recordemos que la piel actúa como un segundo riñón (¡qué importante! ¿no?), para eliminar toxinas, pero es muy sensible y responde al sistema nervioso, por lo que cualquier shock, trauma, pelea, o estado de ansiedad nos afecta el órgano más grande que es la piel; a través de irritación, sarpullido, pérdida de colágeno u dolencia crónica como la rosácea.
Remedios naturales:
Aloe Vera: a nivel tópico o externo, tiene excelentes propiedades antiinflamatorias; el gel del aloe vera es excelente para disminuir el enrojecimiento de la piel y la inflamación, además de aportar un buen porcentaje de hidratación, que es lo que necesita la piel con rosácea.
Compresas de hierbas: cualquier hierba que sea relajante, antiinflamatoria o antibiótica para uso externo. Las compresas con estas hierbas son muy útiles como lo son las mascarillas naturales de económica y fácil preparación: ricas en vitamina E, agua y propiedades desinflamantes. Asimismo los masajes con aceite de ricino o árbol de té. Ingerir las vitaminas y minerales como el zinc, magnesio y vitaminas C, B3 y B6, los batidos verdes (de apio, pepino y manzana verde) y ayunos ocasionales.
Consumir frutas frescas y zumos de la estación tiene efectos desinflamatorios, hidratantes y refrescantes. Las frutas ácidas favorecen la elasticidad y tersura de la piel, ya que nutren los epitelios y controlan la inflamación local.
Atrévete a preparar tus propias mascarillas:
- Mascarilla de manzanilla y aloe vera. Prepara un té de manzanilla y déjalo enfriar. Luego haz una pasta con la pulpa del aloe vera y mézclalo con el té de manzanilla. Aplícatelo en el rostro por 30 minutos y enjuágate con agua fría.
- Mascarilla de pepino. Éste es rico en agua, vitamina E y tiene propiedades antiinflamatorias. Licua medio pepino y si quieres agrega unas gotitas de aceite de oliva. Aplícate la mezcla en el rostro durante 15 minutos y retírala con agua tibia, finaliza enjuagando tu rostro con agua a temperatura ambiente.
- Mascarilla de avena y té verde. Prepara una taza de té verde (de hoja) y déjala enfriar. Muele media taza de avena en la 1,2,3 o procesadora y haces una pasta con el té verde. Deja actuar por 30 minutos y retírala con agua fría.
NO OLVIDES: que al consumir alimentos o productos vasodilatadores, irritantes y que bajan el ph de la sangre, se acrecientan los síntomas de la rosácea. Evitar ingerir estos alimentos: sabores picantes y salados, demasiados condimentos, demasiados aditivos, excesos de sodio, los fermentados, quesos y alcohol. Los lácteos también se deberían evitar para que no haya un brote de rosácea, por el efecto que tienen en el sistema linfático, que es el encargado de movilizar grandes moléculas y drenarlas.
Entonces prefiere frutas y verduras de la estación que contienen múltiples nutrientes, especialmente cítricos o agridulces, como el arándano, piña, pomelos, frutillas, kiwi y hortalizas como el zapallo, zanahoria, pimentones, betarraga y tomates y abundante agua; lo que favorece la recuperación de líquido, que la piel pierde con mucha facilidad por culpa de la rosácea.
Espero haberte ayudado, no dudes en enviarnos tus consultas.