Ella decidió cambiar sus hábitos de vida. Ella dijo que nunca más haría platos abundantes ni que descansaría después de una comida.
Durante el debilitamiento, ella no siguió ningún régimen especial. A partir de la dieta, restringió sólo el pan y siguió comiendo de todo.
Tatyana dice que después de cenar, pone los platos en el lavavajillas y se va a dar un paseo. Primero 500 metros (1640 pies), hasta caminar 12 kilómetros (7,46 millas).
Ahora, dice, se siente más que fantástico.
Que gran detalle el dejar la costumbre de comer pan y caminar antes de descansar…
Fuente: